El emisario
Srila A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, visto aquí hablando en público en el verano de 1966 en la ciudad de Nueva York, se convirtió en el emisario principal en la difusión global de la tradición bhakti al llevar las enseñanzas del bhakti-yoga al mundo occidental, enfatizando prácticas como el canto de mantras, así como el estudio y la distribución de las escrituras védicas, sobre todo la Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam, que él estaba traduciendo y comentando.
Nacido como Abhay Charan en una familia vaisnava en Calcuta en 1896, se vio inmerso en un entorno devocional desde temprana edad, gracias a sus padres, quienes eran fervientes devotos del Señor Krisna. Esta educación le inculcó un profundo sentido de espiritualidad y devoción. En 1922, conoció a su maestro espiritual, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura, un destacado erudito y fundador de sesenta y cuatro ramas de los Gaudiya Mathas (institutos védicos). Impresionado por la sinceridad y educación de Abhay, Bhaktisiddhanta Sarasvati le instó a difundir el conocimiento védico en idioma inglés. Esta directriz se convirtió en la piedra angular de la misión de Abhay.
Reconociendo la necesidad de una inmersión espiritual más profunda, aceptó el orden de renuncia (sannyasa) en 1959, adoptando el nombre de A. C. Bhaktivedanta Swami. Hizo su residencia en el histórico templo Radha-Damodara en la santa ciudad de Vrindavana, y se dedicó a traducir y comentar textos sagrados, embarcándose notablemente en la monumental tarea de traducir el Srimad-Bhagavatam, de cuyos tres primeros volúmenes imprimió la primera edición en 1964.
Un año después, a la edad de 69 años, con un profundo sentido del deber hacia las instrucciones de su maestro espiritual, Swami Bhaktivedanta emprendió un viaje a los Estados Unidos. A pesar de las dificultades iniciales, estableció el primer centro de ISKCON en la ciudad de Nueva York en 1966. Sus enseñanzas atrajeron a un grupo diverso de seguidores, muchos provenientes de los movimientos contraculturales de los años 60. Elementos centrales en su labor de difusión fueron las prácticas del kirtana, el canto congregacional de los santos nombres, y el sankirtana, que combinaba el canto y el baile en espacios públicos para compartir la alegría de la conciencia de Krisna. Estas vibrantes expresiones de devoción resonaron en muchos jóvenes, lo que llevó a una rápida expansión del movimiento.
Bajo el experto liderazgo de A. C. Bhaktivedanta Swami (ahora llamado Prabhupada por sus seguidores), ISKCON creció de manera exponencial, estableciendo más de cien templos, asramas, escuelas y comunidades agrícolas en todo el mundo en tan solo una década. Prabhupada fue un autor prolífico, traduciendo y ofreciendo comentarios sobre más de setenta volúmenes de textos sagrados, incluyendo la Bhagavad-gita As It Is, el Srimad-Bhagavatam de treinta volúmenes y el Sri Chaitanya-caritamrita de diecisiete volúmenes. Sus obras son muy valoradas por su profundidad y claridad, y han sido traducidas a numerosos idiomas, sirviendo como referencias estándar tanto en círculos académicos como devocionales.
El énfasis de Prabhupada en la música y las artes como poderosos medios de expresión espiritual llevó a la popularización global del kirtana y de los bhajanas (cantos devocionales). Él fomentó el uso de instrumentos tradicionales como el mridanga (tambor) y los kartalas (címbalos) para crear una experiencia devocional inmersiva y comunitaria. Al mismo tiempo, valoró un enfoque moderno, como se evidenció en la producción del álbum Radha-Krishna Temple en 1969 por George Harrison, donde devotos en Londres cantaron canciones devocionales acompañados por órgano, batería y guitarra. Esta apertura tanto a formas musicales tradicionales como contemporáneas sigue inspirando a los artistas devocionales hoy en día, fusionando el sonido sagrado con estilos modernos para alcanzar a audiencias diversas.
La visión de Srila Prabhupada también abarcó el establecimiento de centros importantes en la India, tales como el Krishna-Balaram Mandir en Vrindavana y el ambicioso proyecto en Mayapur, Bengala Occidental, conocido como el Templo del Planetario Védico. Estos centros funcionan como núcleos de educación y práctica espiritual, atrayendo a devotos y visitantes de todo el mundo.
Los incansables esfuerzos de Srila Prabhupada hasta su fallecimiento en 1977 han dejado una huella imborrable en el panorama espiritual global. Su vida ejemplifica el poder transformador de la devoción, y su legado continúa inspirando a millones a participar en las alegres prácticas de cantar, bailar y recitar los santos nombres del Señor.
El siguiente video es un impactante resumen visual de la vida y las contribuciones de Srila A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada: